Cómo ser más sostenible

Después de las anomalías climáticas que están sucediendo en los últimos tiempos, la gente por fin se está dando cuenta que no podemos seguir viviendo así, que tenemos que modificar nuestros hábitos. Ya hace tiempo que se habla del cambio climático y parece que no sea nada nuevo, pero ahora es más visible, más gente está sufriendo los efectos y por suerte más personas se están concienciando de  que necesitamos un cambio.

¿La pregunta es entonces qué  podemos hacer nosotros para parar el cambio climático?

Aquí os quiero presentar algunas maneras de ayudar al planeta.

Dejar de comer carne

Existen muchos motivos por cuales la gente se hace vegana. Puede ser por el bien de los animales,  del planeta,  por motivos económicos o por salud. Todos son buenos y todos tendrán un buen impacto para el medio ambiente.

No tienes que modificar radicalmente tu dietaPuedes empezar con pequeños pasos como  reducir el consumo de carne roja o reducir las raciones diarias. También hay muchas acciones tipo Meatless Mondays que promueve Stella McCartney. También puedes probar alternativas de carne como beyond meat que en todos los aspectos parece una hamburguesa de vacuno, o cosas más simples como tofu, legumbres o soja texturizada. Estos productos tienen la misma cantidad de proteínas que la carne, pero no dejan tanta huella de carbón y al mismo tiempo salvan vidas de animales.

Dejar de usar plástico y productos de un uso

Últimamente se ha puesto de moda el movimiento zero waste que significa vivir sin dejar residuos. Aunque haya gente que en un año haya producido solo un cubo de basura, para algunos este resultado puede parecer  imposible de lograr.

Hay que fijarse en nuestra vida diaria. ¿Cuándo usamos más plástico o productos de usar y tirar? Puede ser cuando hacemos la compra y usamos una bolsita de plástico para cada tomate o cuando pedimos comida para llevar. Entonces estos son los hábitos que deberíamos cambiar para más sostenibles.  Como por ejemplo usar las bolsitas de tela o las de rejilla para hacer la compra, comprar una botella reusable o siempre llevar tuper y cubiertos.

No desperdiciar la comida

En el mundo se tira una cantidad enorme de comida que todavía está en buen estado. En el  supermercado, por ejemplo, esto sucede cuando no se han vendido los productos y ya no saben qué hacer con ellos.  Mientras que en las casas es cuando no planificamos bien la compra o compramos demasiado. Esto también pasa cuando se trata de  verduras y frutas feas que nadie las quiere comprar, porque todos los consumidores eligen productos más bonitos. Pero, ¿sabéis que con los plátanos más maduros podemos hacer un plan de plátano o un helado buenísimo?

Para no desperdiciar la comida podemos planificar las comidas de la semana, comprar solo con la lista y aprender a cocinar con lo que tenemos ya en la nevera. También podemos utilizar la regla de restauración FIFO (first in first out) que significa que primero comemos los productos que hemos comprado antes  y  los colocamos en la cocina de forma que para que sean consumidos primero.

Dejar de comprar ropa

Quizás os sorprenda este último punto pero lo cierto es que la producción de ropa es uno de los primeros motivos que empeoran  la situación en el planeta. ¿Os habéis preguntado alguna vez porque la ropa es tan barata? ¿Cuánto pagarán entonces  a las personas que la producen? Además la situación en los países donde se fabrica la ropa es infrahumana.  Sabemos un poco más sobre este tema  después de tragedia en Rana donde un gran número trabajadores  de una fábrica textil  perdieron las vidas. La segunda desventaja de la producción de la ropa es que durante ésta se usan muchos químicos y mucha agua.  ¿Sabéis que para producir una camiseta, se está usando la misma cantidad de agua que la que bebe una persona durante tres años?

¿Qué podemos hacer en esta situación? Hay varias maneras. Primero reducir las compras, ya que las grandes marcas cada semana cambian la moda y cambian los escaparates para atraer a la gente como si dijeran «mira tenemos nuevas cosas, tienes que comprarlo». Otra solución es no comprar ropa nueva sino comprar en las tiendas de segunda mano, así le damos una nueva vida a la ropa que está desperdiciada. También podemos intercambiar la ropa con nuestras madres, amigos o en eventos dedicados a esto.  Si ninguna de estas opciones nos convence podemos fijarnos en las marcas más sostenibles y más respetuosas con el medio ambiente. Esta es la opción más cara pero la calidad de ropa es mejor  y a largo plazo nos sale más a cuenta.

Seguramente te preguntas como tú, como una persona de las 7,6 mil millones, puedes cambiar algo. Pero si cada uno de nosotros aplicásemos  algo de esta lista ya estaríamos haciendo un gran cambio.

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